La actriz más problemática del momento, Lindsay Lohan, podría quedarse sin su línea de pantalones por una rabieta con el personal de una tienda. Al parecer, los encargados de vender su colección amenazaron con dejar a un lado la promoción de las prendas de 'Liloh' porque la actriz se puso histérica con un dependiente en Los Ángeles.
Los dueños de la exclusiva boutique Kitson se mostraron "realmente ofendidos" con Lindsay porque esta exigió un fondo de más de 9.000 euros en la tienda, a pesar de no cumplir con sus obligaciones de promoción de su gama de ropa.
Y lejos de hacer la vista gorda con la rabieta de la estrella, los encargados de Kitson arremetieron contra ella. Insistieron que es afortunada de que aún conserven en su 'stock' un total de 6.126 pantalones de la firma de la actriz.
Un portavoz dijo: "Estamos realmente muy ofendidos. Las cosas han cambiado y ahora somos el cliente". "Gastamos 50.000 dólares en la línea de sus pantalones y no había venido a la tienda en tres años", continuó.
"Tendría que haber traído galletas o algo al personal para agradecerles que vendiesen su ropa, porque ella no hace absolutamente nada", dijo el encargado. "Aún no sabemos si seguiremos llevando su línea porque estamos bastante molestos", concluyó el portavoz.
Fuente:lavozlibre.com
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