Mariah Carey disfrutaba de una comida tranquila en un restaurante junto a su marido. Pero, ante la insistencia de algunos fans que se habían congregado en la puerta para pedirle un autógrafo, la cantante no dudó en salir a la calle para cumplirles el deseo.
Sin embargo, según publica La voz libre, los seguidores de la artista notaron que los movimientos de Mariah no eran los de siempre y que, además, se comportaba de una manera extraña.
La cantante estadounidense daba la impresión de estar desorientada y hasta tuvo que apoyarse en una puerta para no caerse. El diagnóstico: un avanzado estado de embriaguez.
Una vez recuperado el equilibrio, Mariah Carey se decidió a firmar autógrafos y a sacarse fotos con sus admiradores, pero la actitud de la cantante siguió siendo extraña.
Con una sonrisa en la cara, Mariah no dudó en fotografiarse con una chica, siempre con los ojos medio cerrados. Finalmente se despidió de sus fans regalándoles besos y haciendo exagerados gestos con las manos.
Fuente:infobae
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