El ex-manager de Britney Spears así como su ex-abogado han recibido una orden de restricción que los mantendrán alejados de la cantante de ‘Circus’ por al menos 3 años, reporta el sitio TMZ.
Sam Lufti y Jon Eardley, ex-manager y ex-abogado de Britney respectivamente, no podrán estar a menos de aproximadamente 90 metros de la princesa del pop hasta el 28 de abril de 2012.
Esta orden también proteje a los hijos de Britney, Sean Preston y Jayden James, y al hogar de la misma. Por si eso fuera poco, Sam Lufti y Jon Eardley, tampoco podrán acercarse al ex-esposo de Britney, Kevin Federline, ni a ningún miembro de la familia Spears.
En 2008, Lynne Spears, la madre de Brit, acusó a Sam Lufti de drogar a la princesa del pop poniendole ciertas píldoras en la comida así como dejarla incomunicada cortandole las líneas de teléfono. Todo esto ocurrió después que su Brit fuese llevada de emergencia a un centro médico por haberse negado a entregar a uno de sus hijos cuando Kevin pasó a recogerlo.
Sam Lufti fue el manager de Britney durante la época más terrible de su vida (2007).
Jon Eardley, alguna vez abogado de la princesa del pop, ha estado tratando de contactar a Britney con la ayuda de Sam para lograr que ésta salga a hablar por sí misma y termine con la tutela que tiene su padre, Jamie Spears.
Fuente:osdia.es
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