La decisión de autorizar el regreso de Cerati depende, en gran medida, de la evolución del edema cerebral que afectó al músico. Pero según el último parte médico difundido ayer, el ex Soda Stereo se encuentra “en la misma condición neurológica” que el último martes, por lo que estaría en condiciones de afrontar el viaje.
“Durante el traslado debe prevalecer la seguridad del paciente, por lo que se hará en una ambulancia aérea donde se realizará todo el monitoreo de sus funciones”, aseguró Adolfredo Sáez, director del centro de salud La Trinidad, donde se encuentra internado el músico. El avión sanitario elegido podría ser el Lear Jet 35, un modelo que por su gran velocidad se utiliza más frecuentemente para traslados de alta complejidad. “El interior del avión trata de reproducir una sala de terapia intensiva de un hospital, con todo el equipamiento y la tecnología necesarios para atender el paciente, pero adecuándose al poco espacio disponible”, explicó Horacio Vivaldi, director médico de Med-Plane, una de las empresa con más experiencia en el sector y que realiza traslados de pacientes con ACV al Fleni.
LOS RIESGOS
Aunque el avión tiene capacidad de ocho pasajeros como máximo, lo habitual es que además del paciente, sólo viaje el piloto, el copiloto, un médico y una enfermera. Estos últimos deben contar con un certificado de capacitación otorgado por el Instituto Nacional de Medicina Aeronáutica y Espacial para poder volar. “Sólo en el caso de que se aconseje la inclusión de un especialista, éste es incorporado al equipo, lo mismo que un familiar del paciente”, sostuvo Vivaldi.
Dentro del avión están distribuidos los equipos médicos necesarios para monitorear todos los parámetros vitales del paciente, desde tensiómetros hasta respiradores. En el caso de ser necesario, la ambulancia aérea también cuenta con desfibriladores y bombas de infusión para administrar suero o medicamentos. Todo este equipo de alta complejidad hace que el costo de un viaje no sea algo económico. Un traslado de Caracas a Buenos Aires como el que deberá afrontar Cerati tiene un valor aproximado de US$ 25.000.
Pero lo financiero no es la única dificultad del viaje, también existen riesgos para el paciente y tienen que ver con los cambios de presión que se producen dentro de la cabina del avión. “En un paciente con daño neurológico, hay que cuidar especialmente que no disminuya el oxígeno. Las maniobras del avión deben estar dadas siempre en función del enfermo con el fin de que no aumente la presión intracraneal. El objetivo es que el paciente no sufra ningún deterioro durante el traslado”, concluyó Vivaldi.
Fuente: generaccion.com
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